LAS FUERZAS QUE NOS SOSTIENEN
Existen puentes invisibles que se pueden cruzar, con ojos cerrados y pies a la escucha. Nadie está preparado para vivir, a vivir también se aprende cada día, a cada momento. Pervive en nuestras células un propósito esencial de resistencia, de impulso, de superación de la adversidad. Dejemos que ese propósito se convierta en guía interno ahora y siempre.
La Vida nos ha presentado una dura situación por la que transitar. Son semanas de incertidumbre, caos y miedo. Afloran en nosotros la rabia, la impotencia, la tristeza, la desesperación, la duda, la ansiedad, etc. También persiste el sentido del humor, se desarrolla la creatividad, la bondad, la responsabilidad, la mirada amorosa y profunda, la reconciliación, la unidad.
Emerge todo lo propio de la condición humana: lo luminoso y lo más sombrío. Recordemos que todo forma parte, lo uno y lo otro necesita coexistir. Cuando desaparecen los opuestos y se diluyen las diferencias, entramos en un nuevo movimiento que se abre al campo de infinitas posibilidades.
Ahora tenemos la oportunidad de tomar este tiempo como un curso acelerado de crecimiento y expansión interior. Al fin y al cabo, permanecemos en un retiro forzado. Nunca antes nos habíamos podido sentir tan aislados y separados; sin embargo estamos más cerca que nunca, incluso de aquellos a quienes no conocemos o de los que con tanta facilidad nos hemos ido olvidando.
Gracias al Corona Virus, nos confrontamos con la esencia que perdura en nosotros: estamos vinculados, nos necesitamos, todos somos imprescindibles para el desarrollo de la vida en el planeta. La individualidad nos conduce a la desconexión y a la muerte. Pertenecemos a una red invisible muy inteligente, como una tela de araña, que lo hará todo por dar continuidad y sentido a nuestra vida. Intuir a nivel profundo, no solamente por los contactos en redes sociales, que esto es así, es realizar un ejercicio de humildad y respeto, de reconocimiento del otro en mí. Es acercarse cada vez más a la resonancia del amor.
Amar es por encima de todo, incluir. ¿Qué significa incluir? Acoger, abrazar, dar un espacio en mi interior.
Amar es incluir, también lo que me da miedo, me produce asco o repugnancia.
Amar es incluir a los violentos, a los diferentes, a los que no piensan como yo.
Amar es atravesar la incertidumbre, confiando en algo más grande
Amar es reconocer lo que es, aunque me cueste mirar el horror
Amar es entregarse a la vida y al destino colectivo
Amar es bajar a lo esencial, lo urgente, lo imprescindible
La urgencia en este tiempo es la de reconocerse y encontrar cada uno su lugar, imprescindible. Ahora disponemos de ese tiempo que tan poco valoramos y que en la cotidianeidad se nos escapa entre las manos. ¿También nos quejamos? Tiempo para mirar, tiempo para ser, tiempo para transformarse, tiempo para permanecer en el amor.
“Permanecer en el amor significa que todo es amado tal y como es, que todo es acogido por el alma tal y como es. Significa que asentimos a ello tal y como es y lo amamos tal como es, exactamente como es. Significa también que asentimos a la vida completa tal como es. Exactamente como es. A la propia vida tal como es, a la vida de los otros tal como es y a la creación tal como es. Exactamente como es”. (Bert Hellinger)
Recuerdo que las crisis a tantos niveles dan paso después a un salto cuántico, un escenario que ahora desde la incertidumbre no podemos vislumbrar.
Toda crisis es una invitación para más amor.
Noelia Román Barrero.
Durante el confinamiento por la pandemia de coronavirus. Marzo, 2020.